Somos innovación
Las necesidades de las personas reclusas hicieron posibles hitos históricos dentro de la institución penitenciaria.
• Creación en las cárceles de módulos específicos para madres con niños menores de 3 años.
• Creación de módulos para familias, cuando padre y madre están cumpliendo condena.
• Creación de módulos penitenciarios específicos para estudiantes universitarios.
• Centros terapéuticos situados dentro de las cárceles y gestionados por nuestra Fundación, donde los internos superan su dependencia de las adicciones durante su internamiento.
Somos continuidad
Ante las dificultades para encontrar programas de apoyo para las personas que salían de la cárcel, algunas de ellas con adicciones, se pusieron en marcha proyectos que los atienden específicamente, basados en hogares tutelados. Gestión del centro residencial de apoyo al tratamiento para la deshabituación de enfermos drogodependientes más grande de la Comunidad de Madrid.
Somos adaptación
La existencia de otros colectivos vulnerables lleva a la Fundación a desarrollar programas con madres con múltiples vulnerabilidades (ex reclusas, víctimas de violencia de género, refugiadas de la guerra de Ucrania) y sus hijos, y personas enfermas sin hogar.
• Pisos de acogida para madres en riesgo severo de exclusión social, ex reclusas, víctimas de violencia de género, tanto en fase de tutela como en situación de autogestión.
• Dos centros de emergencia para mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos.
• Oferta de residencia privada más grande de la Comunidad de Madrid para refugiados de Ucrania, con capacidad para 77 personas.